Son procedimientos básicos de apoyo que buscan la higiene y el cuidado de la piel del rostro. Factores como la suciedad, la contaminación ambiental, el maquillaje o el estrés pueden afectar la piel y hacer que luzca opaca, con menor vitalidad y frescura.

¿Cómo funciona? 

Antes de iniciar, el profesional valora el tipo de piel para ajustar el procedimiento necesario.

Según el tipo de piel —seca, grasa o mixta— se utilizan diferentes técnicas.

El proceso puede incluir:

• Limpieza superficial para retirar impurezas.
• Exfoliación para remover células muertas.
• Extracción de puntos específicos en caso necesario.
• Aplicación de productos de apoyo como mascarillas, sérums o cremas hidratantes.

Cada paso se ajusta bajo valoración profesional con el objetivo de favorecer la higiene de la piel.